Dorian abrió los ojos cuando apenas aun había luz en la habitación. No había podido dormir en toda la noche, hoy era un día muy importante para él, traería a su novio a casa.
Dorian se levantó de la cama, se puso las zapatillas y tomó algo de ropa limpia, después, se dirigió al baño donde tomó una gratificante ducha. Cuando salió contempló su cuerpo desnudo; “¿seré de su agrado?” pensó. Pese a saber que Danny estaba completamente enamorado de él, Dorian quería resultarle perfecto, sabía que el cuerpo de Danny era mejor que el suyo y no podía evitar la duda. Dorian salió de su ensimismamiento y se vistió, arreglándose lo mejor que pudo.
Salió del baño y antes de irse pasó por la cocina donde tomó un pedazo de brownie que su padre había preparado.
Tras salir de su casa, bajar con el ascensor, Dorian se percató de que aun tenía tiempo, por lo que decidió ir a dar un paseo por la playa. La playa estaba solitaria, no había nadie, sólo se escuchaba el sonido de las olas al romper contra la arena, el graznido de las gaviotas… Dorian se acerco al mar, y se sentó en una zona de rocas desde donde podía contemplar toda la playa. El viento agitaba su pelo y el olor a sal le llenaba los pulmones. La vista de Dorian se encontraba perdida en algún punto en el horizonte, pero su mente estaba en él, Danny. De repente, algo le sacó de su ensimismamiento, una joven emergía del agua a unos cien metros de donde el se encontraba. La pálida piel de la chica brillaba de forma especial bajo el sol de la mañana, en seguida Dorian se percató de que no era otra que Emilie. El chico decidió no molestarla y salió de la playa para acudir a su cita.
Después de un paseo y una larga espera, Danny apareció con su deslumbrante sonrisa.
- Hola mi pequeño- Saludó Danny justo antes de besar a Dorian
- Llegaste un poco tarde- Dijo Dorian con cierta indignación
- Sí, es cierto, y lo siento, pero es que hoy quiero que sea un día especial para nosotros- y Danny sonrió pícaramente
- ¿En qué estás pensando?- Interrogó Dorian con mucha curiosidad
- Ya lo verás- Y Danny rió y volvió a besar a Dorian
Ambos chicos se encaminaron en dirección al edificio donde Dorian residía. Al llegar, comprobaron que tanto su padre como su madrastra se habían ido dado que iban a tomar un vuelo para ir a Los Ángeles algunos días.
- Estás en tu casa- dijo Dorian mirando con ternura a Danny
Danny abrazó a Dorian por la cintura inclinó un poco la cabeza y comenzó a besar su cuello. Dorian se sentía como en el paraíso, por fin tenían un momento de intimidad total.
Dorian tomó de la mano a Danny y le llevó hasta a su habitación. Danny no pudo contenerse y se abalanzó sobre Dorian llevándole hasta la cama de este, donde comenzó a besarle apasionadamente mientras con sus manos muy despacio palpaba cada centímetro de la piel de su amado. Dorian colocó sus manos sobre la espalda de Danny, le hubiera encantado estar así toda la vida, sintiendo a la persona que más quería tan cerca de él, olvidando el mundo que les rodeaba, abandonando por completo aquella habitación de paredes azules y perdiendo la noción del tiempo. La vida de Dorian era sin duda mucho mejor desde que Danny había llegado a su vida y ahora, por fin, le sentía tan cercano. Hábilmente Danny consiguió levantar ligeramente a Dorian lo suficiente como para poder arrebatarle su camiseta. Dorian volvió a recostarse y Danny abandonó los labios de su novio para comenzar a deslizarlos lentamente por su cuello hasta su pecho, después de un rato, Danny prosiguió su camino de besos más abajo del ombligo de Dorian […]
La joven pareja exhalaba continuos jadeos, estaban enormemente a gusto llevando su amor hasta ese punto, sintiendo sus pieles rozarse, las manos recorriendo sus cuerpos y los tiernos besos que les llevaban a desear que el tiempo se detuviera exclusivamente para ellos, que ese momento fuera eterno.
Dorian podía sentir ahora el aliento de su pareja en la nuca, le sentía disfrutar y esto le hacía más feliz aún. Se encontraban en el momento álgido, se estaban entregando el uno al otro completamente cuando Dorian sintió que Danny estaba a punto de alcanzar su éxtasis, en ese preciso instante, una imagen entró furtivamente en la mente de Dorian, el recuerdo de aquella chica saliendo del agua, con su piel mojada y brillando bajo la luz del sol matutino inundó la mente de Dorian pero el intenso gemido de placer de Danny le hizo salir de su ensimismamiento y le condujo a una grata sensación.
Tras haber dado rienda suelta a su pasión, los chicos se acomodaron en la cama abrazados y Dorian colocó su cabeza sobre los definidos pectorales de Danny. Dorian podía ahora escuchar el intenso latido del corazón de su novio, se encontraba en paz, calmado y feliz, nunca había experimentado esa sensación. Pero la felicidad de Dorian se vio empañada por el recuerdo de la imagen de Emilie, el chico no sabía muy bien el motivo de ese asedio a su mente, pero decidió no darle mayor importancia cuando Danny levantó su rostro tomándole por la barbilla y besándole intensamente.
Dorian se levantó de la cama, se puso las zapatillas y tomó algo de ropa limpia, después, se dirigió al baño donde tomó una gratificante ducha. Cuando salió contempló su cuerpo desnudo; “¿seré de su agrado?” pensó. Pese a saber que Danny estaba completamente enamorado de él, Dorian quería resultarle perfecto, sabía que el cuerpo de Danny era mejor que el suyo y no podía evitar la duda. Dorian salió de su ensimismamiento y se vistió, arreglándose lo mejor que pudo.
Salió del baño y antes de irse pasó por la cocina donde tomó un pedazo de brownie que su padre había preparado.
Tras salir de su casa, bajar con el ascensor, Dorian se percató de que aun tenía tiempo, por lo que decidió ir a dar un paseo por la playa. La playa estaba solitaria, no había nadie, sólo se escuchaba el sonido de las olas al romper contra la arena, el graznido de las gaviotas… Dorian se acerco al mar, y se sentó en una zona de rocas desde donde podía contemplar toda la playa. El viento agitaba su pelo y el olor a sal le llenaba los pulmones. La vista de Dorian se encontraba perdida en algún punto en el horizonte, pero su mente estaba en él, Danny. De repente, algo le sacó de su ensimismamiento, una joven emergía del agua a unos cien metros de donde el se encontraba. La pálida piel de la chica brillaba de forma especial bajo el sol de la mañana, en seguida Dorian se percató de que no era otra que Emilie. El chico decidió no molestarla y salió de la playa para acudir a su cita.
Después de un paseo y una larga espera, Danny apareció con su deslumbrante sonrisa.
- Hola mi pequeño- Saludó Danny justo antes de besar a Dorian
- Llegaste un poco tarde- Dijo Dorian con cierta indignación
- Sí, es cierto, y lo siento, pero es que hoy quiero que sea un día especial para nosotros- y Danny sonrió pícaramente
- ¿En qué estás pensando?- Interrogó Dorian con mucha curiosidad
- Ya lo verás- Y Danny rió y volvió a besar a Dorian
Ambos chicos se encaminaron en dirección al edificio donde Dorian residía. Al llegar, comprobaron que tanto su padre como su madrastra se habían ido dado que iban a tomar un vuelo para ir a Los Ángeles algunos días.
- Estás en tu casa- dijo Dorian mirando con ternura a Danny
Danny abrazó a Dorian por la cintura inclinó un poco la cabeza y comenzó a besar su cuello. Dorian se sentía como en el paraíso, por fin tenían un momento de intimidad total.
Dorian tomó de la mano a Danny y le llevó hasta a su habitación. Danny no pudo contenerse y se abalanzó sobre Dorian llevándole hasta la cama de este, donde comenzó a besarle apasionadamente mientras con sus manos muy despacio palpaba cada centímetro de la piel de su amado. Dorian colocó sus manos sobre la espalda de Danny, le hubiera encantado estar así toda la vida, sintiendo a la persona que más quería tan cerca de él, olvidando el mundo que les rodeaba, abandonando por completo aquella habitación de paredes azules y perdiendo la noción del tiempo. La vida de Dorian era sin duda mucho mejor desde que Danny había llegado a su vida y ahora, por fin, le sentía tan cercano. Hábilmente Danny consiguió levantar ligeramente a Dorian lo suficiente como para poder arrebatarle su camiseta. Dorian volvió a recostarse y Danny abandonó los labios de su novio para comenzar a deslizarlos lentamente por su cuello hasta su pecho, después de un rato, Danny prosiguió su camino de besos más abajo del ombligo de Dorian […]
La joven pareja exhalaba continuos jadeos, estaban enormemente a gusto llevando su amor hasta ese punto, sintiendo sus pieles rozarse, las manos recorriendo sus cuerpos y los tiernos besos que les llevaban a desear que el tiempo se detuviera exclusivamente para ellos, que ese momento fuera eterno.
Dorian podía sentir ahora el aliento de su pareja en la nuca, le sentía disfrutar y esto le hacía más feliz aún. Se encontraban en el momento álgido, se estaban entregando el uno al otro completamente cuando Dorian sintió que Danny estaba a punto de alcanzar su éxtasis, en ese preciso instante, una imagen entró furtivamente en la mente de Dorian, el recuerdo de aquella chica saliendo del agua, con su piel mojada y brillando bajo la luz del sol matutino inundó la mente de Dorian pero el intenso gemido de placer de Danny le hizo salir de su ensimismamiento y le condujo a una grata sensación.
Tras haber dado rienda suelta a su pasión, los chicos se acomodaron en la cama abrazados y Dorian colocó su cabeza sobre los definidos pectorales de Danny. Dorian podía ahora escuchar el intenso latido del corazón de su novio, se encontraba en paz, calmado y feliz, nunca había experimentado esa sensación. Pero la felicidad de Dorian se vio empañada por el recuerdo de la imagen de Emilie, el chico no sabía muy bien el motivo de ese asedio a su mente, pero decidió no darle mayor importancia cuando Danny levantó su rostro tomándole por la barbilla y besándole intensamente.
¿Por qué nunca podemos ser completamente felices? ¿Qué coño pinta Emile en la cama de Danny y Dorian?
ResponderEliminarMe gusta el relato.
Un abrazo,
Josep
ummmm a lo mejor se sintió culpable por algo y por eso la imagen?
ResponderEliminarUn beso cielo
Genial...
ResponderEliminarAy, esa mente.
Un beso
Vaya vaya.... pobre dorian... creoq ue anda algo confuso entre la amistad, el noiazgo y algo más que amistad :)
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